Jugando a evaluar y Evaluar jugando


 
        La memoria tendrá sus bondades pero desde luego no en el estudio. Cuando se tienen que aprender datos o "puntos de un proyecto educativo" y se recurre a la memoria, se estudiará a bocanadas rápidas y ni siquiera lo vomitaremos en el examen. Más bien lo regurgitaremos, como hacen los cormoranes con el pescado, que sale casi como entra, sin cambio ni ganancia para el ave. La nueva pedagogía no apuesta por regurgitar porque no es nada productivo para el alumno. Éste aprobará y mañana si no es al poco tiempo olvidará todo para poder meter otra remesada de contenido rápido necesario para aprobar un nuevo examen.

        De hecho la nueva pedagogía no ve tampoco con buenos ojos los exámenes porque no solo valoran conocimientos sino habilidades que van ligadas como rémoras a ese tipo de prueba y que nada tienen que ver con contenidos académicos. El portafolio es sin embargo una cocina a fuego lento,donde se tiene que leer, buscar, discriminar y finalmente comparar con otros. Es un proceso completo que usa habilidades para desarrollar conocimientos. 

        Supongo que en el futuro lejano, cuando seamos profesores y alguién diga "proyecto educativo" y "consejo escolar" algo resonará en nuestra memoria más profunda. Para enfrentarnos a una sesuda oposición habremos borrado todo lo que se memorizó en el Máster, aquello que eran listas de objetivos y planteamientos y solo quedará aquello en lo que intervino el juego y el pensamiento crítico. Nos acordaremos del blog, seguro que de alguna de sus entradas y nos acordaremos de la guerra que nos dio pero no podremos acordarnos de qué se preguntó en el examen. 

        ¿Cómo evaluaría? Jugando


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